La
concejala de Ecología de Donostia, Marisol Garmendia, ha presentado
hace unos días el informe anual del Observatorio de Sostenibilidad y
Clima, que, leído con la habitual autocomplacencia, viene a decir
que vivimos en la mejor de las ciudades posibles. Claro que también
ha reconocido que hay cuestiones “mejorables”, como la separación
de residuos, por lo que, según leemos en la prensa, “apeló a la
ciudadanía a su responsabilidad y anunció que las instituciones
organizarán campañas para fomentar esta práctica”.
A
través de este escrito, pretendemos poner de manifiesto que no es
que la recogida de residuos sea “mejorable”, sino que
necesariamente va a tener que mejorar, y, sobre todo, que no es “la
ciudadanía” la responsable de que Donostia esté a la cola del
reciclaje en Gipuzkoa, sino el gobierno municipal, con Eneko Goia y
la propia Marisol Garmendia a la cabeza, que durante todos estos años
se ha negado expresamente a tomar ningún tipo de medida.
El
Ayuntamiento de Donostia deberá mejorar a muy corto plazo el sistema
de recogida selectiva de las basuras domésticas para cumplir con la
nueva Ley de Residuos, que, haciendo suyos los objetivos de la Unión
Europea, establece que, para 2025, alcance un mínimo un mínimo del
55% .La
mejora deberá ser, además, muy sustancial, pues durante todos estos
años el Ayuntamiento se ha negado expresamente a tomar ningún tipo
de medida y, en consecuencia, su porcentaje de recogida selectiva
apenas alcanza el 41,10, lo que convierte a Donostia en la localidad
guipuzcoana que menos recicla, además, con mucha diferencia.
LA
SITUACIÓN ACTUAL
Este
cuadro muestra el porcentaje de recogida selectiva en 2022 en los
distintos municipios que constituyen la Mancomunidad de San Marko:
MUNICIPIO
|
%
|
Astigarraga
|
75,29
|
Donostia
|
41,10
|
Errenteria
|
58,50
|
Hernani
|
75,5
|
Lasarte-Oria
|
44,9
|
Lezo
|
65,6
|
Oiartzun
|
69,3
|
Pasaia
|
49,60
|
Urnieta
|
69,1
|
Usurbil
|
87,40
|
Fuente:
San Marko Mankomunitatea.
Honako
taula honetan, berriz, hondakinen gaikako bilketa 2022an, Gipuzkoan,
mankomunitatez mankomunitate:
MANKOMUNITATEAK
|
%
|
Debabarrena
|
52,27
|
Debagoiena
|
73,58
|
San
Marko
|
49,45
|
Sasieta
|
76,04
|
Tolosaldea
|
69,08
|
Txingudi
|
50,82
|
Urola
Erdia
|
66,88
|
Urola
Kosta
|
65,57
|
Gipuzkoaren
batez bestekoa
|
57,39
|
Iturria:
Gipuzkoako Hondakinen Kudeaketa.
Beraz,
Donostia da San Markon gutxien birziklatzen duen herria, eta,
halaber, San Marko da –Donostiako bilketa eskasaren ondorioz–
Gipuzkoan gutxien birziklatzen duen mankomunitatea. Gipuzkoako batez
bestekoa %57,39
da. Hau da, Donostia 16 puntu azpitik dago. Are gehiago, Gipuzkoako
herriek, orokorrean hartuta, 2020an lortu zuten Europak 2025erako
ezarri duen %55eko helburua. Ingurumeneko
diputatu Jose Ignacio Asensiok lorpen haren berri harro-harro eman
bazuen ere, esan beharra dago hura ez zela izan Marisol Garmendiak
eta Asensioren gainerako alderdikideek Donostiako Udaletxean egindako
lanari esker, alderantziz baizik. Alegia,
Donostiako emaitza eskasek
Gipuzkoako batez bestekoa nabarmen kaltetzen bazuten ere, gainerako
udalerriek lortu zuten 2020an EBk 2025erako ezarritako marka.
EL
AYUNTAMIENTO HASTA AHORA SE HA NEGADO EXPRESAMENTE A TOMAR MEDIDAS
Habrá
a quien le parezca que exageramos cuando decimos que el bajísimo
porcentaje de recogida selectiva de Donostia con respecto al conjunto
de los municipios guipuzcoanos se debe a que el Ayuntamiento se ha
negado expresamente a tomar ningún tipo de medidas durante estos
años, pero juzguen ustedes mismos…
En
2014, Bildu, entonces en la Alcaldía, y el PSOE acordaron, en el
contexto de un pacto presupuestario más amplio, extender el quinto
contenedor de uso voluntario al conjunto de la ciudad y aseguraron
que su objetivo era alcanzar el 60% de recogida
selectiva para 2016. No nos opusimos a extender el quinto contenedor
al conjunto de la ciudad –que, a la postre, fue la última medida
“estructural” que se tomó para mejorar la recogida selectiva–,
pero ya advertimos de que se trataba de un brindis al sol, pues, solo
con eso, con la mera extensión del quinto contenedor de uso
voluntario al conjunto de la ciudad, era más que improbable alcanzar
el 60%. Efectivamente, 2015 se cerró con un 39,19% . Y también
con un cambio en el gobierno municipal. En la actualidad, estamos en
el 41,10.
BERAIEK
KONTZIENTZIATU DAITEZELA!
Hori
bai, urte hauetan guztietan Udalaren partetik itxurakeria izan da
nagusi, esperientzia pilotoak eta, batez ere,
“kontzientziazio-kanpainak”. Bide batez, kanpaina hauen bitartez,
eta hori benetan maltzurra iruditzen zaigu, gutxi birziklatzearen
erantzukizuna herritarroi pasatzen zaigu, badakizue, “kontzientzia”
gutxi omen dugu eta. Eta zoritxarrez, Garmendiak Iraunkortasunaren
Behatokiaren txostenaren aurkezpenean egin zituen
adierazpenen arabera, errezeta bera aplikatzen jarraitzeko asmo
sendoa dute.
Ezetz
ba. Gehiago edo gutxiago birziklatzea ez da boluntarismo-kontua, ez
da “kontzientziazio-kanpainak” ugaltzeko kontua, ea herritarrok
pixka bat hobeto egitera animatzen garen. Izan ere, ez dago inolako
arrazoirik pentsatzeko donostiarrok gainerako gizpuzkoarrek baino
kontzientzia ekologiko handiagoa edo txikiagoa dugunik.
Los
hechos demuestran que en los municipios en los que se han implantado
sistemas de recogida eficaces, independientemente de su color
político, obtienen buenos resultados. ¿Por qué, si no, cuando un
municipio ha tomado medidas efectivas, su porcentaje de reciclaje ha
subido prácticamente de un día para otro, por ejemplo, del 40 al
60%? ¿Es que acaso debemos interpretar que el nivel de conciencia de
l@s vecin@s de ese municipio ha crecido de la noche a la mañana un
20%? Para nada, la conciencia es imprescindible, qué duda cabe, pero
lo que determina el porcentaje de recogida selectiva es la
efectividad del sistema establecido. Y eso es responsabilidad del
Ayuntamiento. Mientras reciclar o no sea algo totalmente voluntario,
mientras requiera un mayor esfuerzo hacerlo que no hacerlo (por la
distribución de los contenedores o por otros factores) y mientras se
pague lo mismo por una cosa u otra (las bonificaciones son casi
simbólicas), está claro: la tendencia será a no reciclar.
Por
tanto, en Donostia, ¿campañas “para concienciar a la ciudadanía”?
Aquí los primeros que tienen que concienciarse son los mandatarios
municipales, con Eneko Goia y Marisol Garmendia a la cabeza. Sin
salir de Gipuzkoa siquiera, disponen de un amplio muestrario de
modelos y variantes de sistemas eficaces entre los que elegir.
Lo demás es postureo, hacer como si se hace pero sin
hacer: greenwashing.
Donostia
no tiene por qué sumarse a los municipios que están a la vanguardia
del reciclaje en Gipuzkoa –ya nos gustaría, ya–, pero sí está
obligada por ley a cumplir unos mínimos y, además, a hacerlo a
corto plazo.
Cumplir
esos mínimos viene a ser algo así como la prueba del algodón de
las políticas ambientales. Estas no se limitan a los residuos
sólidos urbanos, lógicamente, pero si en algo tan básico no se
cumplen esos mínimos, cualquier
discurso sobre el compromiso
con el medio ambiente, el desarrollo sostenible, la economía
circular, el cambio climático y demás es puro postureo, carece de
credibilidad. No debemos perder de vista que no reciclar significa
despilfarrar materias primas, encarecer el tratamiento de los
residuos y contaminar más. Esto es algo que dice el propio
Observatorio de Sostenibilidad, pero, claro, es papel mojado si no se
actúa en consecuencia.