Con la ayuda del tiempo, unas 200
personas han participado en la limpieza
de la costa entre Deba y Zumaia. Todo el que se ha acercado sabía a lo
que iba y lo que podía encontrarse pero
ha sido verdaderamente llamativo el panorama con el que se han topado al
llegar a la rasa y observar la cantidad de residuos que se podían ver.
Se ha
recogido todo lo que ha sido posible y el resto se ha intentado alejar lo más
posible de los envites de la marea.
Quienes han participado en la
limpieza de la rasa mareal entre Deba y Zumaia han dado hoy una muestra de
sensibilidad ambiental y civismo. Pero sería una ingenuidad pensar que esta
iniciativa y otras similares que puedan realizarse van a acabar por sí mismas
con la problemática que está generando el plástico que inunda los mares: ¡más
de 10 millones de toneladas anuales!
A este problema global hay que darle
una solución global. Prioritariamente, reduciendo la producción mundial de
plástico y, mientras tanto, prohibiendo la producción y venta de aquellos
plásticos no reciclables y recogiendo selectivamente los plásticos reciclables
para su tratamiento, algo que todavía no se hace suficientemente.
Pero, mientras las administraciones
se toman en serio de una vez esta problemática y legislan en este sentido, la
ciudadanía no debe renunciar a tomar medidas a escala local, aunque puedan no
ser consideradas sino como parches, entre otras cosas, porque de la
sensibilidad que demuestre y la presión que sea capaz de ejercer dependerá en
buena medida que las autoridades aceleren la toma de decisiones.
No podemos admitir que la basura
plástica que abarrota el flysch entre Deba y Zumaia no sea retirada
periódicamente, como se hace, por ejemplo, con los residuos de las playas. Este
espacio tiene la calificación legal de Biotopo protegido. Esa calificación no
puede ser un mero reclamo turístico, implica que las autoridades deben tomar
medidas, entre ellas, de limpieza.
Tampoco queremos olvidarnos de los
ríos guipuzcoanos, auténticas autopistas por las que viaja el plástico a la
mar. Los ríos también precisan de una limpieza periódica.