28/8/23

Eguzki sobre el parking provisional de la Ciudad Sanitaria

 

Sí al parking provisional de la Ciudad Sanitaria, con medidas protectoras y compensatorias, pero eso, provisional, no a perpetuidad


El Ayuntamiento de Donostia anunció la semana pasada que, con ocasión de las obras de los nuevos edificios de la Unidad de Protonterapia y consultas externas en la Ciudad Sanitaria, habilitará un parking en un espacio colindante. Un parking en principio provisional, mientras duren las obras, pero que, apenas pasados unos días del anuncio, el propio alcalde ya ha dicho que podría terminar siendo permanente y utilizarse como parking disuasorio.

Los miembros de Eguzki decimos sí al parking provisional, que consideramos necesario para dar servicio a las personas que se ven en la necesidad de acudir a la Ciudad Sanitaria mientras duren las obras, pero no al parking “a perpetuidad”. Y estas son nuestras razones…


Un espacio degradado, pero al borde de un hábitat de interés  

El espacio en el que está previsto construir el parking está en la actualidad muy degradado, pero se sitúa al mismo borde de la vaguada que sube desde la sidrería Barkaiztegi hasta casi Oriamendi. Y esta vaguada sí que tiene un indudable interés naturalístico. De hecho, el propio Plan General la incluye entre los “hábitats de vegetación de interés arbolados”, además de como “pasillo para conectividad ecológica”. 

Es por eso que los miembros de Eguzki solicitamos al Ayuntamiento:

  1. Que la intervención sea “quirúrgica”, de modo que el parking afecte lo menos posible a la vaguada, tanto en su fase de construcción como en la de explotación. Nos preocupan cuestiones como evitar dar facilidades para la expansión en la vaguada de especies invasoras como el plumero de la pampa o la buddleja davidii, en la actualidad abundantes en la parcela donde está previsto acondicionar el parking provisional. También los posibles vertidos a la vaguada durante las obras, tanto líquidos como de escombros. Creemos, asimismo, que separar el parking de la vaguada con un seto vegetal constituido por especies autóctonas podría ser muy útil. En todo caso, que se tomen medidas compensatorias por la vegetación que se va a sacrificar (de hecho, buena parte de ella ya se ha sacrificado).

  2. Que, una vez concluidas las obras de la Unidad de Protonterapia y las consultas externas con sus parkings incluidos, es decir, cuando el parking provisional deje de cumplir su función de dar servicio a los usuarios de la Ciudad Sanitaria, sea renaturalizado y reconvertido en parque de uso público, un tipo de equipamiento del que en la actualidad carece la Ciudad Sanitaria. Y creemos que conviene que el Ayuntamiento así lo prevea desde el principio, pues esa decisión podría tener consecuencias en el diseño del parking o en los materiales elegidos para su construcción.


La Ciudad Sanitaria necesita más zonas verdes que tráfico parásito

Es decir, no vemos ni la necesidad ni la conveniencia de que el parking provisional se convierta en parking definitivo con uso disuasorio. No vemos la necesidad porque ahí mismo está el de Illunbe, al que a lo largo del año se le da un uso limitado. No vemos la conveniencia porque la Ciudad Sanitaria atrae hacia sí suficiente tráfico, ligado a los servicios que en ella se prestan, sin necesidad de que se le añada el tráfico parásito que se derivaría del parking disuasorio. Que más vehículos de los necesarios circulen entre edificios sanitarios para entrar y salir de un parking disuasorio, a priori, no nos parece conveniente.

En definitiva, que, a corto plazo, la Ciudad Sanitaria necesita el parking, pero, concluidas las obras previstas, lo que necesita es más zonas verdes. Porque nos quejamos, y con razón, de las olas de calor, que todo apunta que serán además cada vez más frecuentes, pero el Ayuntamiento sigue sin interiorizar que una de las formas más sencillas y eficaces de combatirlas son las zonas arboladas.

Anoetako estadioaren inguruan botatako zuhaitzak ordezkatu gabe jarraitzen du Donostiako Udalak


Aurreko paragrafoan aipatutako ideiarekin lotuta, eta ospitaleak Anoetatik oso urruti ez daudela kontuan izanik, Eguzkik Udal Gobernuari eskatu nahi dio estadioa handitu zenean bota ziren 150 zuhaitzak behingoz ordezkatzeko.


Puntu gorrietan botatako zuhaitzak

Eskaera hau 2022ko maiatzean ere egin genuen, Udalak estadioaren ingurua berrurbanizatzeko 7 milioiko partida onartu zuenean.

Orduko hartan honako hau esan genuen: “Garbi dago estadioa handitu ondoren, inguruko urbanizazioa biribiltzeko lanak egin behar direla, baina ez da ahaztu behar estadioa handitzeko 150 zuhaitz bota zirela. Beraz, estadio inguruko eraztun berde hori, behintzat, berreskuratu egin behar da. Amara dentsitate handiko auzoa da, berdegune asko ere ez dituena. Eraztun berde hori, behintzat, berreskuratu egin behar da. Gainera, gaur egun estadioaren inguruak duen ‘porlanezko basamortu’ itxura leuntzen lagunduko du”.

                    Anoetako basamortua

Bada, porlanezko basamortuak hor jarraitzen du, bero sapak hartutako egun hauetan inoiz baino ageriago. Noiz arte?



7/8/23

El alcalde de Donostia o don Tancredo en Illunbe

 La de don Tancredo fue una suerte taurina que tuvo cierto éxito en las primeras décadas del siglo XX. Un individuo, generalmente pintado de blanco, esperaba inmóvil al toro en la plaza, con la esperanza de hacerle creer que se trataba de un objeto inanimado y, así, eludir su embestida. En todo lo que tiene que ver con las corridas de Illunbe, el alcalde de Donostia es la viva imagen de don Tancredo. Permanece quieto, como si no fuese con él la cosa, tratando de pasar desapercibido. Arguye que las corridas son fruto de una iniciativa privada, que son legales, que el Ayuntamiento no puede prohibirlas y que, puesto que existe una plaza expresamente construida para ello, ¿pues qué le vamos a hacer?

Pero el Ayuntamiento no es un agente neutral en este asunto, como pretende hacer creer Eneko Goia, sino un colaborador imprescindible. Las corridas se celebran única y exclusivamente porque la empresa organizadora dispone de un coso municipal, aquel que, según el sonsonete que repetían sus promotores, no iba a costar un duro a l@s donostiarras, ¿lo recuerdan?, y, sin embargo, hemos terminado pagando y seguimos pagando a precio de oro.

 Además, las muestras de connivencia municipal son variadas, desde las facilidades para la publicidad hasta la concesión de la Concha de Oro a la mejor faena de la Aste Nagusia. Por cierto, ¿también este año el Ayuntamiento va a cerrar al público el parking disuasorio de Illunbe los días de corrida para que puedan disfrutarlo exclusivamente los aficionados taurinos o tendrá en cuenta la opinión de quienes el año pasado denunciamos que era un abuso y, además, incoherente con las medidas de tráfico, como señaló expresamente el Real Automóvil Club?

En realidad, Eneko Goia no siempre ha hecho de don Tancredo. Nos acordamos perfectamente de cuando suscribía iniciativas para que el Ayuntamiento redujese el precio del alquiler de Illunbe a los promotores de las corridas, o sea, para que las subvencionara indirectamente. Ya como alcalde, propició su “recuperación”. Era la vuelta a “la normalidad”, vamos, la vuelta a “lo de siempre”.

También nos acordamos de cuando, en 2016, la plataforma Donostia Antitaurina Orain!, cumpliendo escrupulosamente el Reglamento de Participación Ciudadana, reunió las 10.000 firmas que abrían el camino a una consulta ciudadana sobre si las instalaciones municipales de Illunbe se debían destinar o no a espectáculos que implicasen maltrato animal. Goia recogió el guante, al menos en apariencia, e incluso anunció una fecha para la consulta: el 19 de febrero de 2017. Es verdad que aquella consulta fue prohibida nada menos que por el Consejo de Ministros, entonces en manos del PP, pero también lo es que, ante el golpe de estado a la autonomía municipal y el derecho a decidir sobre algo tan elemental como a qué destinar sus equipamientos, el alcalde declaró que “estudiaría otras vías para que los ciudadanos puedan manifestar su opinión”. Y esas vías existían y existen; de hecho, el Ayuntamiento las utiliza cuando le parece oportuno, por ejemplo, para conceder el Tambor de Oro.

Pero Goia se olvidó de sus promesas e intuimos que en ese olvido tuvo mucho que ver la Encuesta de Percepción Ciudadana encargada por el propio Ayuntamiento aquel mismo 2017, que revelaba que el 71% de la ciudadanía era expresamente contraria a la cesión de instalaciones municipales para matar toros. Fue entonces cuando Goia adoptó esa postura de don Tancredo que, en la práctica, lo coloca a favor de un espectáculo consistente en torturar animales y en contra de una decisión democrática sobre este asunto basada en preguntar directamente a la ciudadanía.

¿Hasta cuándo va a poder Goia seguir haciendo de don Tancredo? Pues, lógicamente, hasta que el engaño le resulte posible y útil. Ahora bien, el renovado acuerdo de gobierno municipal con el PSOE incluye un punto que, más pronto que tarde, en un sentido u otro, podría obligarle a abandonar su impostado tancredismo. Dice así: “Se hace ineludible abarcar en esta legislatura la renovación de los equipamientos de la ciudad deportiva de Anoeta y adaptar Illunbe como el pabellón multiusos que necesita Donostia para albergar eventos deportivos, culturales y artísticos de primer nivel”.

La pregunta es: ¿el gobierno municipal va a condicionar la “adaptación” de Illunbe al mantenimiento del uso taurino –con los inconvenientes, por cierto, que de ello se puedan derivar para otros usos a lo largo de todo el año–? Porque esa sí que es una decisión estrictamente municipal. Aquí no vale escudarse en que el Gobierno no nos deja preguntar o los tribunales nos dicen que, si hay plaza de toros, se pueden hacer corridas. Si la respuesta a esa pregunta es sí, el Ayuntamiento no solo estaría dando la espalda a la ciudadanía sino que financiaría las corridas, una vez más, con el dinero de tod@s l@s donostiarras. Después de eso, Goia tendría difícil seguir haciendo de don Trancredo.

En este contexto, el próximo día 12, coincidiendo con el arranque de la Aste Nagusia, Gipuzkoa Antitaurina ha organizado una nueva manifestación en el Bulevar para denunciar las matanzas de toros en Illunbe y la connivencia municipal. Los miembros de Eguzki agradecemos de veras la iniciativa, a la que, por supuesto, nos sumamos, porque permite dar cauce al sentimiento antitaurino de l@s donostiarras. Un sentimiento que se alimenta, sin duda, del convencimiento de que torturar animales en público hasta la muerte por puro espectáculo no es admisible, ni en Donostia ni en ninguna parte, pero también de otros convencimientos. Por ejemplo, del de que todo lo relacionado con Illunbe ha sido un chanchullo desde el principio y ya es hora de que deje de serlo. O del de que “los toros” no son ni de izquierdas ni de derechas, ni vascos ni españoles, ni monárquicos ni republicanos, dicen, pero lo cierto es que, en Illunbe, la tostada siempre cae del lado de la mantequilla, como lo demostró el hecho de que, tras la “reconquista” de la plaza para las corridas, el rey emérito ejerciera su padrinazgo año tras año, hasta que, por esos problemillas al parecer relacionados con la corrupción que lo mantienen en una situación de semidestierro –eso sí, dorado–, dejó de hacerlo.

Por cierto, la suerte de don Tancredo desapareció de los ruedos hace ya muchas décadas, porque los toros detectaban con demasiada frecuencia el engaño y quienes la practicaban terminaban corneados.