Miembros de Buceo Donosti han hallado una “red fantasma” de grandes dimensiones en Turulla Punta, en el litoral de Jaizkibel, tal y como puede apreciarse en el video de la columna derecha.
Tratarán de sacarla en los próximos días, aunque ya advierten que no será fácil.
No es la primera vez que Buceo Donosti se implica en este tipo de labores.
Si bien su nombre técnico es ALDFG (Abandoned, lost or otherwise discarted fishing gear; artes de pesca abandonadas, perdidas o desechadas), la manera más común de referirse a ellas es llamándolas “redes fantasma”. Son redes que en su día quedaron a la deriva, y que, en el caso de esta de Turulla Punta, con el tiempo se fijó a las rocas, donde sigue actuando como una trampa para especies como centollos, bogavantes o congrios, como se aprecia en estas imágenes.
Sare
hauekiko kezka gero eta handiagoa da. FAOren arabera, urtero 640.000
tona arrantza-arte amaitzen dira itsasoan. Handiak zein txikiak, gaur
egun ia guztiak plastikozkoak dira. Ozeano Barean dagoen Zaborraren
Orban Handia delako “kontinentea”ren %46 sarez osatuta dago.
Baina sare fantasmekiko kezka ez da soilik ozeanoak plastikoz
betetzen dituen olatuari ekarpen handia egiten diotelako, baizik eta
nabigaziorako arazo bat direlako eta, batez ere, faunarentzako tranpa
hilgarriak eta ekosistementzako benetako mehatxua izaten jarraitzen
dutelako, kasu honetan, Jaizkibelgo ekosistementzako benetako
mehatxua.
Desde
Eguzki, aprovechamos para recordar que sigue pendiente la reserva
marina de Ulia-Jaizkibel, un proyecto basado en una propuesta
científica que la organización internacional Océana y el Colegio
Oficial de Biólogos (COBE) presentaron en 2010. Lo que plantean,
básicamente, es proteger, dentro de la red Natura 2000, una zona
marina de aproximadamente 13.000 hectáreas situada ante Ulia y
Jaizkibel. Una zona muy rica desde el punto de vista ambiental.
En
ella han sido identificadas hasta la fecha cerca de un millar de
especies, medio centenar de las cuales se encuentran protegidas por
la legislación europea, al igual que doce de los hábitats
registrados. Además, han sido descritas formaciones geológicas
consideradas únicas en el Cantábrico. Esta zona, unida a diversas
áreas ya declaradas protegidas por el Gobierno francés en el
litoral de Lapurdi, constituiría “uno los corredores ecológicos
marinos más importantes y diversos del Atlántico europeo”. Un
corredor con una superficie total de 27.000 hectáreas, situado de
forma paralela a la costa a lo largo de unos 35 kilómetros.
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